martes, 29 de noviembre de 2011

1º. Día de Detox

Ayer, tal y como comenté, comencé mi ayuno a base de zumos.

La verdad, es que fue mucho más fácil de lo que me esperaba.

A partir del mediodía, comenzó los malos olores corporales. Por mucho que me aseara, el cuerpo irradiaba mal olor. Y eso que yo como sano de por sí, no me quiero ni imaginar el olor que debe de echar una persona que come carne habitualmente.

Durante el día, bebí muy poco, cosa muy rara en mí, porque yo soy de beber mucha agua siempre. Ayer el cuerpo apenas me pedía agua.

A media mañana me hice un enema de café, y mi cuerpo y boca olía a café pero no para bien, era un olor muy raro.

Por la noche, me sentía con ganas de llorar, luego se me pasaba y me sentía de nuevo feliz. Luego comenzó el dolor de cabeza, y me hice entonces un zumo de jengibre con hojas de diente de león y a los cinco minutos desapareció el dolor de cabeza. Es mano de santo el jengibre para esto, ya que dilata las venas y arterias.

La lengua la tenía super espesa, y ya tenía esa capa amarilla que se pone en la lengua como señal de la limpia del cuerpo.



Al acostarme sobre las 12 de la noche, comencé con taquicardias, no muy rápidas pero sí con fuerza latía el corazón, y latía con tanta fuerza que notaba ese latido en la cabeza, en el lado izquierdo. Tuve casi toda la noche insomnio, algo que es normal en el ayuno al comienzo y me dormí casi a las 5 de la mañana, cuando fueron desapareciendo poco a poco las taquicardias. Luego ya dormí muy bien, pero me he levantado temprano.

Y bueno, ese ha sido mi primer día de ayuno, y la verdad, merece la pena, porque desde que estoy con esta crisis de mi enfermedad, ya que estoy en un brote de la espondilitis, es la primera vez que me meto en la cama y no me duelen ciertos huesos.

A por el segundo día. Mañana más.

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